martes, 11 de mayo de 2010

Cronica de la VII Marcha Basilica Visigoda Santa Lucía

Bueno, al final conseguimos llevar a buen puerto la VII Marcha cicloturista Basílica Visigoda de Santa Lucía.

Superando el pesimismo de algunos y luchando contra las inclemencias del tiempo, el domingo 9 de mayo, a la hora prevista, partió el pelotón, formado por 50 osados cicloturistas, hacia la Basílica Visigoda.

Nada más salir de la ciudad hizo acto de presencia el liquido elemento en forma de lluvia. Debido a las continuas trombas caidas durante el día anterior, decidimos variar inicialmente el recorrido, para salvar el Alto de la Agüina por la pista de la Basílica de Casa Herrera.

Después de atravesar sin incidentes Mirandilla, el grupo puso rumbo a Aljucén, donde llegó bien mojado y preparándose para rodar por la Via de la Plata. Esta parte de la ruta es especialmente atractiva, por su carácter peregrino, por sus paisajes, y por sus viandantes.

Cuando llegaron a la Cruz de San Juan (o de la Niña Muerta) el grupo iba algo estirado, el terreno estaba pesado, se agarraba, y la ligera y larga pendiente se dejaba notar.

Para no ser menos, en este punto se intensificó la lluvia, provocando la urgencias del personal. Le quedaban pocos kilómetros para la Basílica, pero muy duros, auténtico rompepiernas.

Llegados a la Basílica, donde nos esperaba el avituallamiento, la lluvia dio una tregua para recuperar fuerzas y comentar lo "bien que no lo estabamos pasando".

Reemprendimos la marcha, y sin apenas haber calentado motores, tuvimos una pequeña muestra de lo que debió haber sido "El Diluvio Universal". Ya daba igual, "cuando llegue al pellejo resbala" comentaban algunos con ironía mientras salvaban las bajadas más técnica y peligrosas con éxito.

A Cuatro Caños fueron llegando "por goteo", las fuerzas iban ajustadas y algunos músculos se resentían, menos mal que allí estaban las chicas de la Cruz Roja para animarles y darles una solución que les empujara hasta Mérida.

El tramo final hasta Mérida fue más tranquilo, el terreno era conocido y se dosificaban los esfuerzos para llegar al Velódromo.

Finalmente todos llegaron bien, cansados pero orgullosos de haber realizado una ruta de mucha dureza. El esfuerzo en algunos casos fue indescriptible debido a la longitud de la ruta, al lastrado recorrido y a las inclemencias meteorológicas.

En fin, acabamos "jodidos pero contentos".

Desde este blog reconocer la colaboración a todos los participantes y organizadores. Nuestro sincero agradecimiento a:

- los Airbags de Merída, con Alfredo y Julián a la cabeza, por su compromiso, solidaridad y buen humor.

- los bikers del club de Trujillanos por su compañerismo, paciencia y esfuerzo.

- los colegas de Moros Merida por su respeto, saber hacer y apoyo.

- Jesús y Dario de A. C. Zafra, a Gonzalo de El Pedal y al resto de participantes por su comprensión, empeño y superación.

Nos vemos en el camino. Hasta la próxima.

Aquí os dejo en enlace a las FOTITOS.